El Amanecer del Hombre Nuevo

A través de nuestro logo hemos intentado transmitir una síntesis de nuestros objetivos, de la riqueza y del potencial de nuestro continente latinoamericano.

EL ARCO IRIS: En nuestro continente, aparece representado en el dibujo de 1613 ubicado en el Templo del Sol en la ciudad de Cusco, centro espiritual de la cultura incaica. También es emblema de la cultura aymara del altiplano y de otros pueblos americanos, incluso de otros continentes y de diversas enseñanzas milenarias. Por tanto, es principalmente un símbolo espiritual, que se conecta en este caso a la esencia de América Latina, a la raíz ancestral del legado de los pueblos originarios de esta América, y a su integración con la luz y la naturaleza a la cual el hombre pertenece.

 

ORLADO SOL: El legado de Benjamín Solari Parravicini en sus mensajes certeros y anticipatorios, establecían la esperanza en la “unificación de ideas, de procederes, de razas; unificación de la Babel mundana en la Cruz Orlada”. Y para ello dejó el símbolo de la Cruz Orlada, donde se refleja la fuerza de la luz en su movimiento donde las llamas del Sol se manifiestan orladas ardiendo en los corazones:  “La Nueva Fe dirá: ha nacido una cruz y ella es la de Bizancio, mas no lo será siendo, porque ella tendrá el Círculo, Dios y el corazón: Amor”.

 

AMÉRICA LATINA: Tierra Alta y extensa, de diversos climas y suelos. De variedad de pueblos, naciones, razas. De integración y consolación para los que perseguidos por las anteriores guerras, buscaron un lugar de paz y reconstrucción. América Latina, porque desde esta tierra surge nuestro trabajo para el mundo, y porque aquí nuevamente, se debe preparar la habitación para el hombre herido en la guerra. Porque para que ello ocurra, en este lugar por sobretodo, se debe gestar una nueva consciencia de vida, amor y renovación.