Rusia, Ucrania y el conflicto europeo en Parravicini
10 de mayo de 2014
El conflicto entre Ucrania y Rusia que amenaza cada día con desembocar en una guerra abierta entre los países más poderosos, de nuevo aparece en un dibujo de hace 75 años delineado por el pintor argentino Benjamín Solari Parravicini. El gráfico es de 1940 y dice en su texto: “OSO MAR. En cualquier momento los rusos se echarán en sus feudos. Nadie les estrechará mas sus instintos serán alarmantemente anulados”.
“Oso Mar” dice el gráfico de Parravicini, especificándonos e identificándonos el lugar del inicio de su premonición: el mar negro, donde se despliega Rusia en estos momentos. Ése es el comienzo del texto, y por ende, la conexión con el dibujo, que en su silueta es semejante a la del mar que baña también a Ucrania, junto con la forma de la Península de Crimea.
El gráfico en cuestión muestra de un lado a Rusia perfilada con la figura del mar, mientras su boca bien abierta es exacta y se traga a Crimea, y con la península, se inicia el avance sobre sus feudos, sus ex satélites soviéticos. Es Crimea por tanto el inicio del cumplimiento de esta visión, mientras que en el dibujo una figura mira hacia otro lado, símbolo de EE.UU. y Obama perfilando la OTAN, dándole la espalda a Rusia y moviendo sus aliados en el occidente, interpretación que permite realizar el estudio del conjunto de los gráficos de Parravicini que referencian sobre este tema.
Pero el dibujo de Solari, permite anticipar el inicio de un movimiento de los ex países soviéticos para desvincularse de Rusia y buscar dentro de la unidad una mayor fuerza. Esto es Hungría, Polonia, Rumania, en primer lugar, aunque también en menor medida Georgia, Estonia, Lituania, Letonia, Kosovo y Bosnia.
Son estos países los que a partir de los próximos meses comienzan a entrar en la disyuntiva de tener que buscar su autonomía bajo el apoyo norteamericano, sabiendo que es salirse de una influencia para entrar en otra, o bien asumir los riesgos de enfrentarse por ellos mismos al potencial bélico de Rusia.
Y aunque esto no significa guerra en lo inmediato, si la prepara en el mediano plazo. Porque mientras EE.UU. se acerca a través de este conflicto al oriente europeo, Rusia mueve sus vínculos en el Caribe, donde se inicia la guerra antes que en Europa, como fue explicado en el libro “Nutrición para el mañana” (https://www.felahn.org/nutricion-para-el-ma%C3%B1ana), siendo este lugar el primer escenario de la guerra.
Los Satélites de la ex Unión Soviética entonces, comienzan a incomodar a Rusia en la medida en que se alejan de la influencia de la llamada alianza Euro-asiática (un sistema único de tarifas, defensa militar, sistema sanitario, entre otros), conformándose a los ojos de Putin como un “Territorio nacional periférico de la alianza”, para el cual, evidentemente, sólo queda como opción el intento de lanzarse a ellos para traerlos hacia su órbita. Y es ahí justamente, cuando comienza otro capítulo.
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Emiliano Conte es Licenciado en Comunicación Social. Comenzó su carrera periodística colaborando en Página12 para luego desempeñarse como editor del suplemento que Clarín sacaba en la ciudad de La Plata durante el 2007. En el 2009 inició un viaje por Sudamérica (https://blogs.clarin.com/viajante/) que lo llevó a investigar distintas profecías, las cuales ha dado a conocer en conferencias públicas en más de 40 ciudades de América Latina. Más información: https://www.felahn.org
El gráfico en cuestión muestra de un lado a Rusia perfilada con la figura del mar, mientras su boca bien abierta es exacta y se traga a Crimea, y con la península, se inicia el avance sobre sus feudos, sus ex satélites soviéticos. Es Crimea por tanto el inicio del cumplimiento de esta visión, mientras que en el dibujo una figura mira hacia otro lado, símbolo de EE.UU. y Obama perfilando la OTAN, dándole la espalda a Rusia y moviendo sus aliados en el occidente, interpretación que permite realizar el estudio del conjunto de los gráficos de Parravicini que referencian sobre este tema.
Pero el dibujo de Solari, permite anticipar el inicio de un movimiento de los ex países soviéticos para desvincularse de Rusia y buscar dentro de la unidad una mayor fuerza. Esto es Hungría, Polonia, Rumania, en primer lugar, aunque también en menor medida Georgia, Estonia, Lituania, Letonia, Kosovo y Bosnia.
Son estos países los que a partir de los próximos meses comienzan a entrar en la disyuntiva de tener que buscar su autonomía bajo el apoyo norteamericano, sabiendo que es salirse de una influencia para entrar en otra, o bien asumir los riesgos de enfrentarse por ellos mismos al potencial bélico de Rusia.
Y aunque esto no significa guerra en lo inmediato, si la prepara en el mediano plazo. Porque mientras EE.UU. se acerca a través de este conflicto al oriente europeo, Rusia mueve sus vínculos en el Caribe, donde se inicia la guerra antes que en Europa, como fue explicado en el libro “Nutrición para el mañana” (https://www.felahn.org/nutricion-para-el-ma%C3%B1ana), siendo este lugar el primer escenario de la guerra.
Los Satélites de la ex Unión Soviética entonces, comienzan a incomodar a Rusia en la medida en que se alejan de la influencia de la llamada alianza Euro-asiática (un sistema único de tarifas, defensa militar, sistema sanitario, entre otros), conformándose a los ojos de Putin como un “Territorio nacional periférico de la alianza”, para el cual, evidentemente, sólo queda como opción el intento de lanzarse a ellos para traerlos hacia su órbita. Y es ahí justamente, cuando comienza otro capítulo.
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Emiliano Conte es Licenciado en Comunicación Social. Comenzó su carrera periodística colaborando en Página12 para luego desempeñarse como editor del suplemento que Clarín sacaba en la ciudad de La Plata durante el 2007. En el 2009 inició un viaje por Sudamérica (https://blogs.clarin.com/viajante/) que lo llevó a investigar distintas profecías, las cuales ha dado a conocer en conferencias públicas en más de 40 ciudades de América Latina. Más información: https://www.felahn.org