Profecía de hace más de 40 años, donde se describe de forma simbólica y el conflicto mundial entre EE.UU. y China, y el surgimiento y levantar de la región del "Cóndor" durante el período de grandes devastaciones.
La Profecía
Si alguna vez, algunos de ustedes han podido observar, leer, escuchar acerca del comportamiento de ciertos animales, os voy a relatar una historia para que estéis alerta y preparados, aguzad vuestro entendimiento para encontrar la respuesta:
Si os detenéis a ver y observar los movimientos felinos del tigre, animal fuerte, terrible, que habita en lugares de este planeta, habita en selvas; me refiero al tigre llamado asiático o de Bengala, el tigre de pintas encarnadas.
El águila atisba su presa desde la colina, desde lo alto de la montaña, se respalda y se basa en su habilidad y fuerza de sus garras y alas y en su vista maravillosa. Desde largas distancias percibe su presa, se lanza; vedla en la forma como vuela y ataca y como la captura.
Esto dos animales; ave y fiera, tienen mucho que ver con mi historia. El tigre hambriento se pasea como señor de su medio, en la selva, en la montaña, percibe su presa, su víctima, se prepara cautelosamente y ataca de manera inteligente. Cuando ataca víctimas mayores que el rompe el espinazo. Lanzándose desde la rama de un árbol, deja a su presa inhabilitada para su defensa. Entonces puede atacar de todos los extremos y en muy corto tiempo, vence a su víctima, la descuartiza con sus garras. Con sus fuertes colmillos e incisivos terriblemente afilados, destaza a su víctima, sacia su hambre y deja lo demás a las hienas y coyotes que se disputan las sobras de su presa.
EL ÁGUILA también es inteligente, es astuta y como os dije basa su ataque en la fuerza de sus garras y alas; triste conejillo el que cae víctima de sus garras, el cual no tiene salvación.
En estos precisos momentos el TIGRE afila sus garras, el TIGRE duerme porque ha saciado por ahora su voraz apetito, no tiene hambre, pero allí debajo del bambú, tiene presente su próxima víctima, está esperando poder digerir su presa anterior. Ahora... está listo y preparado para atacar de nuevo. El siempre prepara su campo de ataque, nunca le da tregua a su víctima. Busca su propio campo de ataque, nunca le da tregua a su víctima. Conoce las condiciones para preparar la forma cómo lanzará sus certeros zarpazos y destruir a su indefensa víctima y allí, agazapado, espera, espera y espera; afila sus garras, fortalece sus músculos. Se despierta el hambre y se despierta la fiera.
Pero el ÁGUILA tampoco duerme. Desde lo alto de los collados extiende sus alas y también se fortalece, ¡es el rey de los aires! A las alturas que llega el ÁGUILA no hay quién pueda disputarle su vuelo en la altura.
EL TIGRE está saliendo de sus dominios y se presta a invadir los del ÁGUILA, pero él ÁGUILA también está lista y no duerme y ha preparado a sus huestes, porque cree que llegado el momento, ella desde el aire, preparará y dará el golpe certero que el TIGRE no está habituado a recibir. EL TIGRE ataca y como os dije, rompe el espinazo a su víctima y le inmoviliza, el ÁGUILA nunca ha atacado un enemigo tan grande. Es más, si el ÁGUILA no sabe atacarlo en campo abierto, tiene perdida la batalla y su ataque habrá nacido muerto. El ÁGUILA en unión de sus huestes le disputará palmo a palmo sus terrenos y el ÁGUILA sacará los ojos con sus garras y pico al TIGRE y lo dejará ciego y allí el ÁGUILA finalmente vencerá al TIGRE en asocio de sus huestes y le dejará tendido en el campo abierto, exánime, donde los chacales disputarán los restos de su atrevida empresa. El ÁGUILA retomará su víctima en su propio terreno y se sabrá en los campos y en las ciudades. Llegará la voz a todos los lugares, el ÁGUILA ha vencido ¡Miradla allí! Pero el ÁGUILA tampoco puede descuidarse, no puede sentirse segura en su nido, en su montaña, porque si no actúa con más inteligencia, también puede ser destruida en su propio campo.
Muchos animales, al ver lo poderosa que es, se confabularán y tratarán de atacarla y destruirla y aquí se encuentra la respuesta a vuestras preguntas.
¿Porqué el LEÓN, por qué el OSO y por qué los demás animales no salen de sus madrigueras? muchos encontraran que no es necesario seguir la lucha, es necesario hacer una alianza, es necesario que el ÁGUILA tome la voz con nosotros, dirán todos y allí se disputarán los despojos. Aquí murió el TIGRE y aquí dio su última batalla. El ÁGUILA vuela alto y atrapa su presa. ¿Quién le disputará la presa al ÁGUILA? El OSO no puede llegar hasta el collado, el LEÓN tampoco. ¿Quien entonces le disputará su presa? Solamente un ave tan poderosa como el ÁGUILA: EL CÓNDOR. EL CÓNDOR disputará la supremacía en sus propios terrenos al ÁGUILA. El CÓNDOR tiene nido... tiene alimento... tiene de cómplice al mar y la tierra, los elementos y en ellos está el Huracán".
(Libro "La Gran Alborada humana. Tomo 1")